lunes, 1 de marzo de 2021

Roberto Martínez: el portal. Alejandro Mejía: preso y libre.



Roberto Martínez
CdMx

                                                                 El Portal

Aburrido en mi cuarto, con los ojos irritados, mirando el reloj, con las piernas adormecidas, el tiempo pasa lento, ya no sé que es real, ya no sé que es virtual, ya no sé diferenciar un lunes de un viernes, es incierto lo que pasara, si la situación no cambia, loco voy a quedar. 


Estiro las piernas, ahora duermen más que yo, las convenzo de acompañarme al cuarto contiguo, sus muros apenas recuerdan ser color amarillo, la marquesina gris abraza ese portal de vidrio de 180 x 180 cm, su ubicación me permite ver el vecindario, deambular a mis vecinos con las caras cubiertas, les reconozco por su andar y porque a su tiempo salen de casa para comprar vivieres, pasear a sus mascotas y respirar aire fresco.


Es mi conexión con el mundo exterior, no puedo salir a flotar con mi patín del diablo, abordar el metro, transbordar en Ermita, emerger de la tierra en estación Zócalo para sumarme al bullicio orquestado del Centro Histórico, escucho esa música que llegue a aborrecer, ahora me genera nostalgia, el alma de la ciudad me hace visita, al compás del organillo viajo a mi estudio, parado en los ventanales puedo ver el costado izquierdo de Catedral, casi pudo escuchar misa, desde el Turibús saludo a los viajantes, observo el ir y venir de los diableros que transportan todo tipo de productos, cuál orquesta van y vienen personas con sus bicicletas rojas de Ecobici, suenan las campanas que cesaron su canto por el sismo de 2017, también veo la curvatura del planeta en la calle Guatemala y al fondo me saluda el Templo Mayor


Tal vez no sea casualidad que mi conexión con el exterior en estos once meses de encierro esté orientada al Norte, cuál brújula me ubica en el espacio, me da esperanza, me lleva a tiempos en los que interactuar con otros humanos no era un riesgo mortal. A veces visito el portal con mi madre, nos ponemos al día, charlamos de las personas que no volveremos a ver, de aquellas que se arriesgan para sobrevivir y otras que ponen en peligro a sus seres queridos por no cuidarse, por las noches recuerdo la infancia lejana, cuando sin luz eléctrica prendíamos velas, el silencio nos cobijaba para activar la memoria. Algunos días las calles extrañan el ir y venir de la gente, otros, hasta tráfico y ruido insoportable se escucha desde el aquí, familias enteras ríen con pastel en mano y dulces en la otra emulando un carnaval.


Portal, observatorio, chismógrafo, mirador, confesionario y detonador de memorias, desde aquí recuerdo viajes, añoro mejores tiempos, agradezco la dicha de poder quedarme en casa, de tener casi completa a la familia y tener salud física, la emocional, ya veremos…

Roberto Martínez 

 

 

 

 Alejandro Mejía Medina

(CdMx,2000, imagen - Ale)

 

Preso en libertad

A lado mío tengo un pulmón, otras personas les llaman plantas. El día parece cansarse y el sol comienza lejanamente a ocultarse; las cortinas juegan un papel importante en conjunto con los cristales de la ventana, asemejan unos ojos que son una barrera, son  su privacidad e incluso dan ese toque característico a un hogar.

 Personas no hay, carros contados son los que pasan, pareciera que la vida no existe de la ventana hacia afuera. La calma exterior llega a sentirse sombría e incluso tenebrosa, si no tuviera un reloj amarrado a mi muñeca izquierda podría jurar que el tiempo no corre.

 Los barrotes me recuerdan que la libertad es tan sólo una palabra, cuyo significado puede variar de acuerdo a la situación que vive cada persona, me dan protección, pero también me hacen sentir atrapado, en los últimos meses me han hecho sentir como en prisión, soy libre, pero me mantengo preso por un virus ajeno a mí.

 El color verde limón, que se mira gracias a una jardinera colocada fuera de mi hogar, me genera paz. Dicen que el verde es vida y la única vida que logro encontrar, aparte de la mía, es la de un pequeño colibrí de color azul profundo, que aleteando de manera desmedida viene a despedirse de tan peculiar jardinera y así, como aquel picaflor, yo también me despido.

 Aejandro Mejía.

16 comentarios:

  1. Muy buen cuento, me gustó mucho el como expresa que se siente en libertad y al mismo tiempo preso.

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  2. Lo mejor que he leído hasta ahora

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  3. Me encantó!! No dejes de escribir hijo. Un abrazo

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  4. Fascinada con el texto, eres un gran autor, expresas sentimientos y detalles maravillosos. Sigue escribiendo con el corazón. ♥️

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  5. Amigo, qué buen trabajo hiciste
    Felicidades, sigue creciendo y echándole ganas 😄

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  6. Muchas felicidades, siempre eres y serás el mejor,tqm, sigue adelante que nada te detenga.

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  7. Muchas felicidades Alejandro Mejía, espero que sea el inicio de una gran carrera, nunca claudiques ante nada, en verdad que gusto.

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  8. Muchas felicidades bro, hermosas palabras escritas por alguien hermoso😉.

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  9. Que orgullosa estoy de ti, siempre supe que tenías mucho potencial al escribir, y que ahora lo compartas a más personas me parece increíble, sigue cumpliendo tus sueños. Felicidades.

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  10. Alejandro Mejía, preparando el despegue, para volar muy alto...tienes el talento, y el coraje. Abre tus alas que el cielo es tuyo!!! felicitaciones ❤️

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  11. Wooow! No solo escribes claro, sino además transmites sentimientos y sensaciones. Excelente cuento!!

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  12. Excelente escritura de ambos... Muchas felicidades Alejandro Mejía, espero seguir leyendo más cosas de tuyas.

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